Tarta de cumple bordadora de zanahoria paso a paso foto a foto

«Refrany; Qui estima, defectes no mira» Quien ama, defectos no mira.

Mis dos nueras, son unas  auténticas artistas, en distintos campos. Son completamente autodidactas y tienen unas maravillosas manos, de las que salen verdaderas preciosidades.

El año pasado, para el cumple de mi nuera pequeña, le hice una tarta de suculentas, pues le encantan todos los cactus. La verdad, sufrí mucho, pues el fondant se me derretía continuamente, es tiempo de hacer muuuuucho calor, y como os digo siempre, soy artesana, no poseo ni la maquinaria, ni herramientas, ni obrador, ni espacio apenas para los proyectos en los que me embarco, aunque eso si, mucho amor, cariño e ilusión… peeero esto no basta la mayoría de la veces, para conseguir los objetivos que pasan por mi cabeza y en los que me empeño a costa de todo. Para eso soy hija de fontero y viuda de maño, encima grauera… o sea… cabezota a tope jajajaja.

Esta vez, a pesar de la ola de calor, (lo bueno que tengo es que enseguida olvido lo mal que lo paso haciendo algo) quise hacerle a mi nuera pequeña, una tarta que la identificara en su pasión por los bordados manuales… tendríais que ver, que ideas tiene, y que maravillas hace. Otro día os cuento 😉

Para hacer esta tarta, en dos moldes de 19cm. necesitaremos;

  1. 220 g de azúcar (puede ser blanco o moreno)
  2. Tres huevos camperos, alimentados con maíz
  3. 210g de zanahoria pelada y rallada
  4. 120g de aceite de oliva suave
  5. 30g de nueces troceadas
  6. La ralladura de media naranja
  7. 170g de harina de repostería
  8. Un sobre de levadura química tipo Royal
  9. 1 cucharadita de canela en polvo
  10. Media cucharadita de nuez moscada
  11. Media cucharadita de sal fina
  12. Media cucharadita de bicarbonato

Y ahora, los ingredientes para la deliciosa crema de queso:

  1. 400g de queso de untar tipo Philadelphia, muy frío
  2. 300g de Azúcar glacé
  3. 50ml de zumo de naranja recién exprimida
  4. 180g de mantequilla a temperatura ambiente

Para la decoración;

  1. Fondant blanco
  2. Fondant de colores, o colorante alimentario

Normalmente reparto el trabajo por días, para que no resulte pesada de hacer cualquiera de las tartas que preparo, así es todo muuucho más fácil. Suelo prepara primero el bizcocho, y una vez frío embalarlo convenientemente y guardarlo en el congelador, de esta  forma, los bizcochos siempre resultan mucho más jugosos, y no voy agobiada por falta de tiempo. Tan sólo hay que tener la precaución de dejarlo descongelar en el frigo, el día antes del montado final de la tarta.

Por tanto, comenzaremos preparando el bizcocho.

Comenzaremos pelando y rallando las zanahorias.

Las colocaremos en un colador, y las reservaremos.

Vamos con la mezcla de secos. En un cuenco, tamizaremos la harina, (recordad que ha de ser con harina de repostería, si no tenéis a mano, aquí está el paso a paso para hacerla en casa) https://elcalaixetdelaiaia.es/?p=25505

y añadiremos todos los ingredientes secos, nuez moscada, canela, (no la pongo hoy, porque a mi nuera no le gusta), sal bicarbonato, las nueces y levadura. Removeremos.

Ahora iremos añadiendo en otro cuenco, uno a uno los huevos, os recomiendo estos huevos alimentados con maíz, por su olor y sabor. Son los más parecidos que he encontrado a los que que crían mi nuera y mi hijo, en mitad de la Sierra de Albarracín, pero de los que no puedo disponer siempre. Añadiremos el primer huevo, batiremos y cuando esté integrado seguiremos añadiendo huevos, hasta el tercero.

Lavaremos muy bien la naranja y  rallaremos, mas o menos media, pero solamente la zona de piel que tiene color,  o sea el flavedo, que es donde están los aceites aromáticos y evitaremos la parte blanca llamado albedo, porque amarga. Estos datos, son el fruto de muchas tardes de verano pasados en los bancales, junto a mi queridísimo iaio Antoniet ,»Toni de Gallò»

batiremos con la varillas manuales y añadiremos la harina, recién tamizada mientras seguimos batiendo

Pondremos a calentar el horno a 180º con calor arriba y abajo y pondremos la rejilla a media altura.

Escurriremos con la mano la zanahoria que teníamos en el colador, por si tiene exceso de agua, y añadiremos al bol de ingredientes húmedos. Removeremos hasta que se integren todos los ingredientes.

Volcaremos al molde elegido para el horno, si no es de silicona, os recomiendo encamisarlo, untándolo de mantequilla y espolvoreando encima harina, retirando el excedente de la misma, dando unos golpecitos, con el molde boca abajo. Hoy lo he repartido en dos moldes más bien pequeños, de unos 19cm. lo haré de sólo dos capas y una intermedia de crema aparte de la superior y el voltante de la tarta, pero podéis partir por la mitad cada plancha de bizcocho, y hacer cuatro capas, esto ya a vuestro gusto.

Los pondremos en el horno que ya tenemos precalentado a 180º, a media altura con calor arriba y abajo, durante unos 45 minutos aproximadamente, si habéis puesto dos moldes, si lo hacéis en uno, serán unos 50m, perooo cada horno necesita unos tiempos distintos, los que os doy, son orientativos. Pasado este tiempo, haremos la prueba del palo de brocheta, hundiéndolo en el centro del bizcocho, si sale seco es que ya está listo.

Lo dejaremos enfriar, sobre una rejilla

y una vez esté frío los desmoldamos. Si lo vamos a consumir ya, pasaremos a hacer la crema de queso y montarlo, si no así, podemos cortarlo en dos partes con una lira o cuchillo largo, poner papel de horno entre los dos discos, envolverlo muy bien en papel film o una bolsa de congelación y mantenerlo en el congelador hasta el momento de ir a consumirlo. Se deja descongelar en el frigo, y está buenísimo. Así que estos dos bizcochos, bien liados en bolsas de congelación y al congelador se van.

Ahora con paciencia, voy a ir formando la decoración de la tarta, que no se como lo voy a hacer, para que se seque con estas temperaturas tal altas, en mitad de verano,  pueda trabajar.

Mi idea, es decorarla como si fuera un bastidor de bordado, con su tela, madejas de hijo, agujas, tijeras, dedal, en fin, ya veremos lo que sale, manos a la masaaaaaa.

Fabricamos un tono grisáceo e intentamos hacer algo similar a un dedal. Dejaremos secar.

Con el mismo fondant, haremos lo más parecido a unas tijeritas de bordar. Dejaremos secar.

Con mucho cuidado, haremos también algunas agujas de distintos tamaño y dejaremos secar.

Haremos fondant de distintos colores, y haremos una especie de madejitas, imitando lo mejor posible a las de hilo de bordar. Dejaremos secar, para poder manipularlas. Tened mucho cuidado, pues con el calor, el fondant, se ablanda, se cuartea y se acaba rompiendo 🙁

Con el fondant oscuro, haremos unas fajitas, que iremos envolviendo en las madejitas, para sujetarlas y que no se deshilen. Las pegaremos con un cepillito humedecido en agua, clara de huevo, leche condensada o pegamento de fondant.

Una vez estén un poco secas, con un rotulador de pintura dorada comestible, (todo, absolutamente todo, ha de ser comestible, eso, no hacía ni falto aclararlo… pero por si acaso) dibujaremos las fajitas de las madejas de hilo.

Con pintura plata comestible en polvo ó líquida, pintaremos las tijeras, el dedal y las agujas de bordar.

Saqué los bizcochos del congelador y los dejé en el frigo para montar la tarta al día siguiente.

Y ahora, llegó el momento que más dolor de cabeza, o por lo menos calooooor, me ha causado, (ir por media València, en plena calígula, en transporte público y andando, en busca de tiendas abiertas y que que tengan lo que necesito, que ni yo misma, sé que es …jajaja) Quería, que la masa de fondant que cubra el pastel, no quedara lisa, sino que quedase como con muestra de cuadritos, como lleva la tela Aida, ó similar. Probé sobre un trozo de fondant a «imprimir» con un trozo de tela de mosquitera pero, no era la apariencia que buscaba, ya que apenas marcaba. Busqué por mi barrio y las ferreterías cerradas. Fuí a Monteolivete y las dos ferreterías, habían cerrado, y no por vacaciones. Fui a Mas Masiá, y todas las tiendas de menage, en busca de alguna idea que me sirviera y nada. Al final, acabé en Tovsi, que por cierto, se fue la luz de tooodo el barrio, y ni siquiera funcionaban los semáforos, ni nada de nada, pero el material que encontré, tampoco me convenció, así que me fui al centro y se me ocurrió que con un escurridor metálico de filtro muy grueso y una tijeras que cortasen metal…

Lllegé a casa, desvistiéndome por el pasillo, que llevaba la ropa pegada por el calor, y el pelo chorreando, (cada vez, me suda más la cabeza y ya no sé que hacer, llevo el pelo cortado con máquina y rapado y para cocinar, me he de poner una cinta de rizo alrededor de la cabeza, para que no me caiga el sudor por la nariz ¡parezco una tenista! jajaja) y directo a la ducha, mientras pensaba en que quería, y como lo conseguiría. Una vez, refrescada de momento, me cubrí los ojos con gafas de protección y me puse unos guantes de trabajo. Salí a la terraza, porque podrían saltar trocitos de metal

Y extremando el cuidado y la paciencia, haciendo bastante fuerza, poco a poco fuí cortando la malla. Una vez cortada la doblé aplané lo mejor que pude.

La limpié y desinfecté lo mejor que pude, con agua caliente, cepillo metálico y jabón. La sequé a fondo con papel de cocina, y la puse al sol, para que secase por completo.

Y mientras tanto… manos a la obra, para preparar la crema, el queso de untar ha de estar muy frío y la mantequilla de aspecto pomada. Mi recomendación, es, que la crema la preparéis el día de antes, manteniéndola en el frigo, porque si escalonamos el trabajo, todo es más sencillo, y porque así obtendremos una crema de consistencia mas dura, que facilitará el montado de la tarta.

Os aconsejo el azúcar glas comercializado, porque con el que hacemos en casa, la crema no queda igual. Pondremos el azúcar glas en un recipiente, (acordaros de poner los recipientes en la báscula, antes de conectar la misma, para que el peso del mismo no se refleje y nos estropee la cantidades).

Y junto a la mantequilla en temperatura ambiente

añadiremos el zumo de naranja, mezclaremos,

y añadiremos el queso crema, lo batiremos con varillas eléctricas,

durante unos 3 minutos,

taparemos herméticamente, y al frigo.

Si el bizcocho nos ha quedado con «montañita» cortaremos para dejar la superficie bien plana y haremos los cortes necesarios en el bizcocho para conseguir los pisos que hayamos decidido hacer, hoy haré dos.

que iré rellenando con la crema, tras haber dispuesto dos trozos de papel de horno superpuestos sobre la bandeja de servir, con el fin de que una vez terminada de aplicar la crema, pueda tirar de ambos, y me quede la bandeja impecable, sin muestra alguna de mancha de crema 😉 Cubriremos la parte de arriba y todo el bizcocho alrededor, con la crema.

Preparamos fondant que imite al color madera, que será nuestro bastidor, y con ese color, y un trozo del gris,  formaremos con dos cuadraditos el soporte del cierre del bastidor y un tornillo con su tuerca.

amasaremos y expandiremos con el rodillo, una bola de fondant blanco, poniendo sobre la superficie de trabajo azúcar glas, para que no se pegue, y haremos un círculo o un cuadrado, del diámetro de la tarta, incluidos laterales, y que de para dejarla colgando, como si fuera una trozo de tela, de labor

Colocaremos sobre el fondant, la malla que tenemos al sol y pasaremos el rodillo sobre la misma, tratando de formar el dibujo de la tela. Poniendo sobre el rodillo el necesario azúcar glas para evitar que se pegue, trasladaremos el fondant sobre la tarta,

cubriendo todo el bizcocho con el fondant e intentando hacer los pliegues adecuados para que descanse sobre la base. Colocaremos el nombre de la cumpleañera, como si estuviese bordado (o esa es la intención…)

haremos una tira con el fondant color madera de unos dos cm. de ancha por el diámetro de largo de la tarta, y aquí comenzó una odisea. Colocaba «el bastidor» y cuando iba a pegarle el trozo que hace de cierre con el tornillo y la tuerca, se cuarteaba, se caía y tenía que volver a comenzar de nuevo. Se acercaba la hora en que vendrían a por mi, y la tarta estaba sin terminar, yo sin duchar ni vestir, y el tiempo corría. tuve que hacer tres «bastidores» y nada, que no había forma. Al final me decidí a hacerlo en plan rulo, en lugar de plano, porque no tenía otra opción,podría sujetarlo con palillos, pero no quise hacerlo así, y el pegamento era insufucuente para mantemer el bastidor en su sitio…resbalaba hacia abajo y se rompía, estaba desesperada y la pieza que había pegado ya en tres ocasiones, comenzaba a deformarse, así que finalmente, hice un rulo, (que más parece una rosquilleta mal hecha) lo pegué a la tarta, puse el cierre y, como quedó, quedó, no había tiempo de más.

Puse unas florecitas, hice el hilo y lo pasé por la aguja y añadí las tijeras, el dedal y las madejitas de hilo. Cerré el portatartas y corriendo a la ducha, madre de Dios ¡que sudada!

Metí el portatartas en una bolsa/nevera portátil y dentro de una caja de cartón. En cuanto llegamos al chalet, corriendo al frigo y a rezar porque aguantase hasta la hora del postre.

Y llegado el momento de cantar el cumpleaños feliz, así quedaba la tarta, no puedo quejarme, tras las peripecias, el viaje en coche, y las altísimas temperaturas.

Como siempre comparto todo con vosotros, quede como quede, os pongo imágenes de distintos ángulos, aunque no tengo vergüenza, por lo mal que quedó el bastidor, pero… es lo que hay…ya sabéis que comparto TODO con vosotros, aquí no se maquilla nada, y lo publico todo tal cual, sin trampa ni cartón.

Eso si, de sabor estaba divina y parece que gustó a todos, sobretodo a la cumpleañera.

Moltissssssimes felicitats preciosa, per mooolts anys que puga fer-te una tortada, quede, com siga. Muaksssss.

«A la taula i… BON PROFIT!!! »

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y que espero tus comentarios. Gracias.

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