«Refrany; A casa de l’amic necessitat, vés sense ser cridat.» A casa del amigo necesitado, ves, sin ser llamado.
Pues hoy no va de amigos el tema, aunque podría… y largamente, pero no. Hoy va de manchas.
No pocas veces me las he visto moradas para quitar manchas de jugo de cereza, en prendas delicadas, y casualmente, estos días pasados con unas amigas, surgió la solución perfecta.
Este post, va dedicado con todo cariño a Erika, Mar, Chon y Virginia, con quienes hemos pasado unos maravillosos e inolvidables días.
En una cena, mi pequeña, vestía un mono de organza blanco y en los postres, al eligir cerezas, le advertí de que cuidase de no mancharse, puesto que la limpieza sería muy complicada y más estando fuera de casa.
Inevitablemente… apareció el chorro de jugo de la cereza sobre la delantera del vestido, pero mi amiga Virginia, dio de inmediato con la solución, y es tan fácil y simple que tenía que compartirla con todos vosotros, ya que merece la pena.
En el momento, y antes de que se seque, frotar la mancha con un cubito de hielo, poniendo una servilleta o trapo limpio, por la parte posterior.
A continuación, frotar un poco con limón y veréis como por arte de magia desaparece la mancha, como si nunca hubiera estado. A continuación enjuagar los restos de limón, secar ¡y listo!
Gracias de nuevo a estas mallorquinas y valenciana, por el cariño, las risas, bailes y compañía, de estos días. «L’amistat i l’amor, QUE SUREN!»
Si os gusta el truco, podríais compartir 😉 Gracias por ello.
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