Las expectativas con el cambio de gobierno municipal y una renovada cúpula de Junta Central Fallera (JCF) ante los posibles cambios que se pudieran producir en el tradicional mundo de las fallas siguen latentes entre un sector que vigila con ‘lupa’ cada paso, movimiento o decisión que se tome a este respecto, sin dudar en hacer público y notorio su descontento si la nueva medida planteada no es del todo de su agrado, como ocurriera recientemente con el cambio de ubicación de la Asamblea de Presidentes, trasladada por tema de aforo del hemiciclo municipal a una de las salas del Palau de la Música de Valencia.

Por todo el ‘mundillo’ fallero es conocida las dos vertientes existentes en cuanto a la pureza de la indumentaria valenciana se refiere. Hay quienes se preocupan por reproducir ‘fielmente’ cómo se vestían en los siglos XVIII o XIX para adecuar su vestimenta regional a dichas épocas, aglutinando con todo ello todas las piezas que componen la indumentaria tradicional, desde los ahucadores, telas, colorido, forma de confección, manteletas, aderezos, zapatos, mantillas,…, e incluso el peinado.

Sin embargo, otra gran parte del mundo fallero opta por adaptar la tradición a su estilo y gustos, o bien, ‘a la moda del momento’, en cuanto a trajes de valenciana se refiere.

Pues bien, es en este contexto y según ha podido saber Official Press, en el que tanto JCF, como los indumentaristas oficiales, e incluso las propias componentes de Cortes de Honor están sopesando un cambio “importante”. Se trata de adaptar, en base a la historia, el peinado de valenciana al traje que se luce en cada ocasión. Es decir, que con el traje del siglo XIX, también conocido como de ‘gala’ o ‘farolet’, lucirían los tres moños, pero sin embargo, y según se ha constatado en publicaciones antiguas, con el traje del siglo XVIII, pasarían a lucir un solo moño trasero.

Un cambio bastante importante y “novedoso” si se tiene en cuenta que nunca antes, el organismo rector de las fallas lo había planteado y las máximas representantes de la ciudad, han lucido siempre con los tres moños, con independencia de si lucían el traje del Siglo XIX o bien del Siglo XVIII.

Es cierto, que hubo un ‘pequeño amago’ o ‘adelanto’ de la propuesta, cuando en la pasada romería del Cristo en El Palmar, JCF permitió que las Cortes de Honor y Falleras Mayores pudieran utilizar el traje realizado en ‘exclusiva’ para la dançà y combinarlo con un solo moño como marcan los cánones de la tradición.

No obstante, y según ha podido saber Official Press, hasta el momento no hay nada decidido al respecto, pues será tanto la cúpula de JCF, en concordancia con los indumentaristas oficiales y las propias representantes falleras quienes de forma consensuada tomen una decisión en breve. Es posible que a lo largo de esta semana, en la que salvo cambio de última, y tras la presentación de las telas de la Corte de Honor Mayor por parte de la firma Vives y Marí, es posible que se haya tomado una decisión sobre si adaptar el peinado a la vestimenta valenciana, consiguiendo con ello aproximarse más a la recreación histórica de un traje de valenciana.

Una vez tomada la decisión y si la propuesta sale adelante, será el momento en que el mundo fallero adoptará como suya la propuesta, o bien seguirá siendo fiel a su propio estilo de ‘recrear un traje tradicional’.