Mejillones en escabeche casero paso a paso foto a foto

«Refrany;
La clòtxina escabetxada vol bona vinada»
La clochina escabechada quiere buen vino.

Os contaba un día en una entrada sobre cómo cocinar éstos moluscos al vapor, que de pequeña, iba muchos domingos con mi padre a la «clòtxinera» donde trabajaba mi tío Pepe, el hermano de mi madre.
De mi querido tío Pepe, aquel «granota» acérrimo, aprendí lo que sé referente a «clótxines» y mejillones y os lo conté aquí, junto a fotos de las bateras valencianas de los años 50;  https://elcalaixetdelaiaia.es/mejillones-al-vapor-clotxines-al-vapor

 
 Hoy voy a prepararlas  en escabeche, porque…¿quien puede resistirse a unos deliciosos mejillones en escabeche? ideales para un aperitivo o vermut y facilísimos de hacer como podréis ver a continuación, pero antes de seguir con la receta me gustaría haceros una recomendación, si
sois de Valencia o alrededores os recomiendo encarecidamente una
parada de pescado del mercado de Ruzafa, son los palcos 36/42, Elena y
Pepe os atenderán con total profesionalidad y simpatía, aparte de que
sus productos son de lo más frescos y de grandísima calidad.

Necesitaremos;

 

  1. Un kilo de clochinas o mejillones con su concha o en su lugar….
  2. Tres cuartos de k. de mejillones congelados
  3. Tres hojas de laurel
  4. Unos granos de pimienta negra
  5. Pimentón de la Vera
  6. Tres clavos de olor
  7. Aceite de oliva
  8. 100ml de vinagre blanco o de manzana
  9. 3 dientes de ajo.

Lo primero será limpiar bien las clóchinas para retirar bien las barbas o pelos y las adherencias que puedan llevar las valvas. A continuación procederemos a cocinarlas al vapor, como se indica en el enlace de mas arriba.

Procuraremos sacarlos de fuego en cuanto se abran, para que no se resequen, separamos los
mejillones de las conchas o valvas, desechando aquellos que no
hayan abierto, y los colocamos en un plato. Si son congelados, nos ahorramos todos éstos pasos, pero….no están igual ¿eh? para nadaaaa

 En una cazuela, ponemos aceite de oliva a calentar

 picamos los ajos y los ponemos a sofreir en el aceite caliente, pero ¡ojo! muchísimo cuidado que no se nos hagan los ajos demasiado ¿eh?

Añadimos tres hojas de laurel enjuagadas
Una cucharada de pimentón de la Vera, los clavos y unos granitos de pimienta negra y acto seguido prara que no se queme el pimentón regamos con 100ml de vinagre de sidra, de manzana o blanco, como todo, cuanto mas bueno, mejor. Dejamos dar un hervor y apagamos el fuego.
Sin fuego ya, incorporamos los mejillones y dejamos reposar con el calor de la salsa hasta que se enfríe por completo.

Una vez fríos, los pasaremos a un taper para conservarlos en el frigo.  En dos horas de maceración ya están listos para comer. Si no los vais a consumir enseguida, dicen que pueden aguantar  tres o cuatro días en la nevera siempre y cuando les cubra por completo la salsa, pero yo no os lo puedo asegurar porque en casa no duran tanto…..

 porque en cuanto descubren que he prarado mejillones…..vuelannnnnnn

 Os aseguro que saben maravillosamente bién, en cuanto los probéis, no compraréis los de lata. ¿sabeis como es mi forma preferida de comerlos desde que recuerdo? colocándo un mejillon sobre una papa frita (de las de bolsa) ¡y a la boca!. Helada me quedé cuando descubrí que mi sobrina Irene hace exactamente los mismo….jajaja y es que todo se hereda 😉

 y tienen un toque de mar, aunque no llevan ni pizca de sal.

Se pueden presentar con una anchoa por encima
aunque solos, también están riquísimos

«A la taula i…BON PROFIT!!!»
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