«Refrany; En el dir, discret i en el fer, secret» En el decir discreto y en el hacer secreto.
No hagáis mucho caso del Merry Chrismas y que no os despiste la felicitación en inglés ¿eh? ésta es una receta, muy española, MUY valenciana, nada más y nada menos que cabanyalera, de mis Cabanyal/Canyamelar/Grau queridos.
Ésta es una antiquísima receta según contaba mi tía abuela Trini, y procede de tiempos muy muy antiguos, de cuando en el Cabanyal habían barracas y en las casas preparaban sus propios dulces de Navidad.
Que yo sepa, esta receta es muy del los barrios marítimos, de donde vienen mis raices valencianas, ya que desciendo de allí y de La Safor, aunque nací en El Grau y me crié entre el Grau, el Cabanyal y la Font d’En Carròs.
Precisamente, en cada casa tenían su receta secreta, que guardaban con mucho celo y que normalmente solo pasaban de madres a hijas ya que no gustaban de compartir, si no era con la familia.
Por éso os digo que la receta de hoy es un pequeño tesoro, ya que comparto con vosotros una receta familiar, la de mi tía Trini y mi tía María, las hermanas de mi queridísimo iaio Antoniet, Toni de Galló. Es una pena taaan grande que se pierdan estos tesoros de nuestra gastronomía tradicional, que me he empeñado en que no se así, aún «traicionando» en cierta manera a mis maestras… espero que me entiendan, y me perdonen donde estén 🙏 🧡
Necesitaremos;
Y por último, mas abajo, en el momento de añadirlo, os diré el ingrediente secreto y sorprendente…
La preparación es sencillísima, ya que no necesitamos microondas ni fuego y encima, apena vamos a ensuciar cacharros
En un bol mezclamos primero los ingredientes secos, los 200g de azúcar, 200 de almendra molida, y los 150 de pan rallado
seguiremos con los 80 de manteca de cerdo en pomada,
añadiremos la ralladura de un limón bien lavado previamente, recordad siempre que no tenéis que poner la parte blanca, porque amarga
50g de piñones,
la cucharada de canela,
Por último, se añaden 3 huevos enteros
y solo las yemas de tres huevos mas, reservaremos las claras para rebozar las pelotas al final.
Los huevos los abro aparte, por si saliera alguno en malas condiciones, que no arruine la mezcla.
Y ha llegado el momento del ingrediente secreto, hay que añadir una taza de caldo del puchero…si, como lo leeis, caldo de puchero, tal cual.
La taza puede ser de café o de consomé todo depende de la cantidad de pelotas que preparéis y del líquido que admita la masa, yo he puesto unos 150ml.
Y ahora es cuestión de amasar.
para que se mezcle todo muy bien
tapamos y dejamos reposar una horita mas o menos
iremos formando como una especie de croquetas pero mucho más grandes como una palma de mano más o menos, las abriremos y añadimos el calabazate y las frutas confitadas que me permito la licencia de añadir, aunque antiguamente solo llevaban el calabazate, y cerraremos de nuevo
y rebozaremos con las claras que habíamos reservado,
me han salido cuatro pelotas grandes y dos más pequeñas
pondremos frutas confitadas a nuestro gusto, podemos dar la forma que queramos e iremos colocando sobre papel sulfurizado o de horno. Encendemos el horno a 180º,calor arriba y abajo
Las colocaremos dentro de papel y haremos una especie de paquetes similares como si fuéramos a cocinarlas en papillotte pero no es necesario cerrarlas totalmente, ésto es para que no se doren en exceso
las dejaremos a 180º a media altura durante quince minutos
y dejamos cocer al calor residual del horno hasta que se pierda todo el calor, antiguamente los solían cocer en la tapa del puchero mismo «putxero».
Cuidar que no se resequen demasiado, han de quedar con una costra crujiente por fuera por fuera pero blanditas y jugosas por dentro
una vez frías, las envolveremos en papel celofán y estarán más ricas cuando lleven como mínimo, un par de días hechas, yo suelo hacerlos después de la Purísima, y para Navidad (si llegan) están aún mas ricas 😉
por favor, si os gusta ésta receta compartirla entre vuestro amigos y familiares, que no se pierda en el tiempo…
Sed muy felices, pero no solo en estos día de Navidad, sino ¡SIEMPRE!
«A la taula i… BON PROFIT!!!»
Espero que te haya sido de utilidad ésta entrada, (estoy segura de que los míos que están ya arriba no se enfadarán porque haya contado nuestro «secreto», las tradiciones hay que compartirlas para que no se acaben perdiendo) .
Si os gusta mi receta, podéis compartirla, para que llegue a más gente.
Edito esta entrada para contaros que a raíz de hacer esta publicación he podido saber que en Picassent, se hace esta mismísima receta, incluso con el ingrediente secreto y que en Cullera se hace también, pero sin las frutas confitadas. Para mi, es muy interesante conocer estas cosas. Siempre pienso que la gastronomía, tiene las mismas bases en muchos platos y en casi todos sitios es muy similar. En cada región, pueblo, barrio y casa, se ponía, se cambiaba o quitaba ingredientes, en función de lo que tenían a mano, se podían permitir, estuviese de temporada, o a su gusto.
Esa es la grandeza de nuestra extensa y maravillosa gastronomía.
Al menys, així pense jo 🙂
Bueno pues aquí estoy deleitan dome con estos ricos dulces tradicionales de tu tierra, que no tenía el gusto de conocer, pero como tu has sido tan amable, y has compartido el secreto mejor guardado de tus abuelas, anotado quedad, para poderlo probar.
Besos y suerte con el reto.
Hola Concha, los valencianos tenemos muchos dulces típìcos,jajajaja, somos golosones y en general ya sabes que antes todo se hacía en casa. En mi face voy poniendo las recetas por álbumes, por si te apetece echar un vistazo. Gracias por tu visita y tu comentario cariño y feliz año nuevo. Bessets.
Igualmente para ti respecto al reto, aunque en realidad, nos retamos a nosotras mismas ¿no? Muaks.
Caldo de puchero?? Te iba a decir que se parece al pan de cadiz que hace mi madre pero me callo porque lo del caldo me ha descolocao!! que maravilla, se lo digo a mi madre.
Si cariño, tal cual, caldo del puchero, así lo hacían. Si lo prueba la mami ya me dirás. Gracias y feliz año . Muakss
Yo nací y crecí en el Cabanyal, y siento un entrañable cariño por mi barrio, mi pueblo… Tu receta, sin lugar a dudas, debe de estar deliciosa. La probaré. Mi madre también hacía unas pelotas dulces muy parecidas y que también estaban deliciosas. Sin embargo, creo recordar que no llevaban el caldo de cocido, y que una vez mezclados todos los ingredientes, los dejaba reposar durante dos o tres días, y luego les añadía el calabazate. Después formaba las pelotas, y volvía a dejarlas reposar varios días. Se comían crudas, y estaban deliciosas. Como tú dices, en cada casa se preparaban de forma distinta. Gracias por compartir la tuya. Entraré en tu face.
Muchísimas gracias por compartir vivo en Valencia pero no conocía este dulce , pero este año cae
En mi familia materna, que son de Alboraya, las elaboran de forma parecida. Pero sin piñones, el calabazate y las frutas confitadas. Pero se las ve deliciosas. El próximo año, las elaboraré.
Yo tambien soy de Alboraya y en mi casa se hacia la version que has comentado mas antigua que solo llevaba calabazate blanco, pero se le agregaba a cada pelota medio azucarillo y el trocito de calabazate.
El caldo de puchero se usaba para ablandar el sagí (manteca de cerdo).
Luego se podian comer horneadas, tambien fritas, rebozadas con las claras batidas, tambien puestas sobre la cazuela de cocer el arroz del cocido , y crudas sin mas, que a mi es como mas me gustan.
Pero ademas en mi casa tenian costumbre de hacer una pelota mas grande y se ponia en en el arroz del cocido cuando le faltan 5 minutos para sacarlo del fuego, se parte la pelota en trozos y se sirve a cada comensal su plato de arroz con su trozo de pelota dulce.
Espero que mi comentario os sirva de ayuda. FELICES FIESTAS, BON NADAL!