Limoncello casero paso a paso foto a foto

«Refrany; Suc de llima, bona medicina» Jugo de limón, buena medicina.

Voy a preparar limoncello casero, con una receta que me dieron unos vecinos italianos que tuve un verano en la caseta de La Patacona, de quién también conseguí unas cuantas recetas italianas, como la de mi Tiramisú😉   (que no es por nada, pero a mi, es el que mas me gusta de todooos cuantos he probado hasta hora, y que es la receta fija desde entonces). Tambien me encanta mi tiramisú de naranja… pero esa es otra receta que no tiene nada que ver con la italiana, digamos que es un «tiramisú a la valenciana» jejeje.
Ambas recetas, (el tiramisú y el limoncello) las preparé estando aún ellos y les gustó muchísimo, el tiramisú según dijeron, me sale perfecto, y me dijeron que el limoncello era casi igual a la que preparaba su madre, aunque no usamos la misma bebida de fondo. Ellos utilizan Grappa, que según me contaban es un aguardiente de orujo italiano, que destilan exclusivamente con una uva especial llamada Picolit.
Como me fue imposible encontrar Grappa, usé Ron blanco, al igual que voy a hacer hoy.

Este limoncello lo hago especialmente para regalar unas personas que estimo mucho y que son expertas en limoncello, (así que ya os diré que nota me ponen), y para preparar posteriomente una tarta de limoncello, que quiero llevar como presente, ya que amablemente y con todo el cariño del mundo, me han invitado a cenar en la noche mas especial del año.

Es básico emplear para éste licor, unos limones que sean muy aromáticos, y para ello nada mejor que los frutos de un limonero casero, pero si no tenéis la suerte de poder disfrutar de un limonero en casa,

seguro que conocéis a alguien que os podrá dar unos limones, luego le regaláis una botellita de limoncello, encima saldrá ganando, todos contentos, y de paso recuperaremos la forma antigua del trueque, ¿no?

Si ésto no es posible, procurar comprar limones ecológicos.

Necesitaremos;

  1. Medio k de limones
  2. Medio litro de Ron blanco
  3. 350g de Azúcar blanquilla
  4. 350g de agua mineral

Como veis, mis limones no son muy bonitos como los de compra, pero tienen un jugo con un sabor riquísimo y natural y un aroma delicioso

 No están tratados con productos químicos, pesticidas ni nada parecido y son muy aromáticos, recién cogidos del árbol el olor en la cocina es impresionante… el aroma de mi Valencia, de mi tierra

Como vamos a utilizar la piel los lavaremos bien a fondo aunque son de casa, para quitar el polvo que puedan tener.

Los secaremos y con un pelapatatas o un cuchillo muy fino iremos cortando tiras de la piel, llamada flavedo y que contiene las glándulas del aceite aromático, extremando la precaución de no cortar nada de la parte blanca, llamada albedo porque  amarga y nos estropearía el licor. Si vemos que ha quedado algo de albedo en algún trocito simplemente rascamos con la punta del cuchillo y lo eliminaremos con facilidad, en caso de que nos cueste, pondremos un ratito las pieles a remojo en agua fría y quitaréis el albedo sin dificultad alguna.

las iremos colocando en un recipiente de cristal de boca ancha con tapa hermética

cubriremos las pieles con el medio litro de ron blanco

que quedarán al fondo

cerraremos el tarro herméticamente

no ha de darle nada la luz, yo uso para éstas cosas una fundita que hace muchos años hice para cubrir la cafetera Oroley y que no se enfriara el café y que es opaca, (el café es mi «vitamina», fuerte, cremoso y muuuy caliente), pero si no queréis taparlo, con que encontréis un rinconcito que no le de nada de luz, es suficiente

y dejaremos macerando como mínimo 7 días, (si son 10 mejor) en un lugar fresco y oscuro

cada dos días, removemos el tarro sin abrirlo, cual maracas de Machín jajajaja

pasados los días de maceración, veremos que el color amarillo del flavedo ha paso al líquido, tornándolo de un suave tono dorado,

pondremos en un recipiente de acero inoxidable (no de aluminio), el agua mineral o sin sabor a cloro

pesaremos 350g de azúcar blanquilla

y lo añadiremos al agua que tenemos al fuego

y removeremos hasta que el azúcar se disuelva, manteniendo un fuego suave, de ésta forma prepararemos un jarabe, que retiraremos del fuego cuando resulte transparente. Dejaremos enfriar

mientras tanto retiraremos del bote la peladura de limón, y colaremos con un colador de tela

mezclaremos con el jarabe

y podremos de nuevo en el bote de cristal, taparemos y dejaremos reposar  en lugar freso y oscuro 7 días mas.

Como son para regalar a unas personas muy especiales, he pensado adornar un poco las botellitas y para ello voy a hacer unas letras y unos limoncitos, (es la elaboración similar a lasw frutitas de la Piuleta y el Tronaor, pero con fondant, en lugar de con mazapán) para los que necesitaremos, un trocito de cuerda, fondant blanco y colorantes alimentarios. Comenzamos tiñendo el fondant hasta dar con el color deseado

pondremos un extremo de la cuerda dentro de una bolita de fondant daremos forma de limoncito

juntando unos palitos de brocheta similaremos los puntitos del limón y haremos un atadito en la botella. También he hecho con fondant unas letras para rotular la botella tras esterilizarlas, que pegaremos a la misma con pegamento comestible.

volcaremos nuestro limoncello en las botellas, etiquetamos,  y listo para obsequiar o disfrutar…

sin olvidar que mantendremos en el congelador, hasta el momento de servir

y si junto a la botella ponéis los vasitos de chupito, mucho mejor. Solo me resta deciros que éste licor gana con los días…

«¡¡¡Salut que tingàm!!!»

la próxima receta… será la de la tarta de limoncello 😉

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