Gazpacho andaluz tradicional paso a paso foto a foto

«Refrany, El pernil és al gaspatxo el que el senyor al populatxo» El jamón es al gazpacho lo que el señor al populacho.

Pues… esta es otra receta de las que publiqué al principio de tener el blog, hace ya diez años y que por lo visto, se perdió al hacer la migración del mismo, y como le contaba el otro día a mi nuera, desde que no está mi marido, no lo hago, por mi alergia al pepino y mi intolerancia a las cucurbitáceas, y ni me había dado cuenta de que no la tenía pero una receta tan tradicional, no puede faltar en mi blog, así que allá vamos.

Este plato, es característico de los campesinos y jornaleros de Andalucía, el gazpacho es sencillo, refrescante, muy nutritivo y dicen que se originó allá por principios sel siglo XIX, un perfecto ejemplo de comida de aprovechamiento, con el pan seco de días anteriores, lo desmigajaban a mano, mezclándolo con tomates también estrujados manualmente, ajo machado en un mortero, sal, aceite, vinagre y, si las tenían a mano, algunas verduras u hortalizas picadas, en especial, pepinos y pimientos.

El ingrediente principal, es el tomate. El tomate era silvestre en Perú y Bolivia a la llegada de Pizarro, quien lo trajo a España, aunque los aztecas ya lo cultivaban en la época precolombina. Su nombre proviene del quechua Tomatl. Al principio se cultivaba sólo como adorno. No se consumía por miedo, por tener la planta un aspecto similar a otras, tóxicas, que contienen elevadas cantidades de belladona. Se le asocia con drogas y brujería, hasta el punto que se dice que algunos médicos dormían a sus pacientes poniéndoles un tomate en la mano, curiosa afirmación que dejaría en brazos de Morfeo a verduleros, cocineros y amas de casa. Pasa casi un siglo hasta el inicio de su consumo. Son los italianos los primeros en utilizarlos, ya como alimento, denominándole “manzana de oro” (pomo d’oro= pomodoro).

Uno de los platos, más genuinamente español, basado en el tomate es nuestro entrañable gazpacho. Las tropas napoleónicas, cuando llegaron a Andalucía, quedaron sorprendidas al comprobar que los braceros trabajaban de sol a sol ingestando por todo alimento una “sopa fría y roja” dos veces al día.

Ah, este gazpacho andaluz, no tiene NADA que ver con el gazpacho manchego, (ó como decimos en Aragón gaSpacho manchego), que no hayan confusiones

Esta receta, es como muchas, en cada casa o familia tienen su receta especial a la que añaden, quitan, o sustituyen ingredientes, pero ésta es la de la mía, no resulta tan colorado como otros, porque no lleva pimiento rojo, sino verde, apenas lleva cebolla en el triturado, aunque si, para la guarnición, pero siempre cebolla tierna, dulce. Y tampoco lleva agua…

Necesitaremos;

  1. Medio k. de tomates de pera maduros, de la mejor calidad
  2. Un pepino grandecito
  3. Media cebolleta tierna
  4. Un diente de ajo
  5. 200g miga de pande hogaza o de pueblo duro
  6. Un pimiento verde italiano grandecito
  7. 25ml de aceite de oliva virgen extra
  8. Vinagre de Jerez
  9. Sal
  10. Picatostes

Olvidaba deciros, que esta receta no es mía propia, (y éso si que no, al César, lo que es del César 😉 ) es la tradicional de la familia, de una compañera que tuve de trabajo, que es andaluza, Sampedro, tuvo la amabilidad de compartirla conmigo, un día de verano que trajo su gazpacho fresquito, para la hora del almuerzo y me encantó. Lo hice en casa y mi marido opinó lo mismo, desde entonces, este es el gazpacho andaluz de mi casa. Gracias Sampe.

Cómo en el salmorejo, en mi casa, se remoja el pan con el tomate, nunca con agua. Si el pan es de hogaza o de pueblo, la miga está mucho más rica, que ha de ser como mínimo de un par de días , quitamos el máximo de corteza al pan, y lo cortamos en rodajas «llesques»,  y ya sin la corteza, colocamos en un recipiente

Pelamos el tomate, lo cortamos en rodajas y lo colocamos sobre la miga de pan  ponemos sal,  y dejamos una media hora para que los jugos del tomate, remojen el pan, no lo mojéis en agua porque pierde la gracia. Pasado éste tiempo, colocamos en el recipiente de la batidora.

pelamos un diente de ajo,  lo troceamos desechando el nervio, para que no nos repita y al vaso de batir, este es un gazpacho bastante suave, si os gusta fuerte podéis añadir mas ajo.

Pelamos el pepino, yo tengo la suerte de muchas veces, poder consumir productos directos de la huerta de València y de junto al mar, este pepino no tiene nada que ver en sabor y suavidad a cualquier pepino comprado, pero os doy muy truco para que quitéis las semillas del vuestro,

simplemente abrir y rascar con una cuchara, para este menester uso una de helado, que tiene el filo fino, y así quitamos todas las semillas del pepino, aunque estos al ser del huerto casero, las llevan muy pequeñitas, que no molestan en absoluto. Y trocemos poniendo para triturar, dejando una parte de pepino, que después trocearemos pequeñito para usarlo cómo guarnición al final

Lavamos a conciencia el pimiento verde italiano, ya que va en crudo y hemos de extremar la limpieza. Quitamos las semillas y dejamos un trocito para trocear muy pequeñito y usarlo como guarnición , y lo unimos al resto de ingredientes, junto un cuarto de cebolla tierna, cortada en trozos, el resto, lo reservamos para la guarnición

Añadimos un poco de sal, tener en cuenta que ya hemos añadido sal, al haber puesto a remojar el pan con el tomate vamos echando el aceite, al hilo para que emulsione.

Trituramos muy muy bien, hasta obtener una salsa más líquida o espesa a nuestro gusto, podemos jugar para ello, con el agua sin sabor a cloro muy fría y el pan. Yo no pongo agua, ni cubitos.

Pasamos por un chino o por un colador muy fino, e iremos raspando con una cuchara o una pala

con este paso, separaremos los posibles restos de piel y las semillas del tomate, que hayan podido quedar, este paso,

es un poco tedioso, pero merece la pena el trabajo, por la maravillosa textura que queda luego en boca, al tomarlo.

Lo colocaremos en un recipiente con tapa,en el frigo, un mínimo de dos horas, si es toda la noche, mucho mejor.

En el momento de ir a servir, es cuando le llega el turno al vinagre. Ahora es el momento de añadir el vinagre de Jerez, y remover, unas gotas más de aceite de oliva virgen, y decorar. Que esté muy muy frío. No añadáis cubitos, porque de lo contrario, podéis aguar el gazpacho y estropear el resultado,

con servirlo muy muy frío de la nevera, ya es suficiente 😉

Los cuadraditos de verduras,los colocaremos en cuenquitos pequeños,

junto a los picatostes, para que cada cual, se añada la guarnición a su gusto.

lo podemos guardar, siempre bien tapado y sin poner el vinagre,por ejemplo en una botella de cristal,

como en la foto, os puedo asegurar que este gazpacho no tiene nada que ver con el comercializado, está claro que es mucha la comodidad de abrir un brik pero… ni punto de comparación. «A la taula i…

BON PROFIT!!!»

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