Los libros sirven para acompañar, diversificar opiniones, acercar la gente al conocimiento, trascender fronteras, entretener, enseñar, difundir
permiten experimentar a través de la imaginación, mundos y personajes, seres y universos, hazañas imposibles, o acciones cotidianas, nos ayudan a reflexionar, a tener diferentes visiones, comprender aspectos personales de autoconocimiento.
El que lee, abre ventanas a la vida y entra en diálogo con personajes de la historia, reales o no, de todos los tiempos, gana en conocimientos y desarrolla inquietudes que la vida de la literatura le ofrece, la lectura es un placer profundo y solitario, pero también nos permite conocer “al otro” y conocernos a nosotros mismos.
Es evidente que la lectura, mejora el uso del lenguaje y la escritura, desarrolla, como ninguna otra actividad, la imaginación y la creatividad, además de ser la fuente de cultura que aumenta la capacidad de memoria y de concentración, es un ejercicio de reflexión en sí misma.
Ejercitar la mente mediante la lectura favorece la concentración y estimula la imaginación, incluso he leído, que hay más materia gris en la cabeza de una persona lectora y más neuronas en los cerebros que leen.
Leer es un beneficioso ejercicio mental, dedicar tiempo al cultivo de la mente es necesario, ya que favorece la concentración y la empatía, incluso puede prevenir la degeneración congnitica, y enriquece ¡hasta el alma!
Un libro puede convertirse en tu mejor amigo. ¡TODO ESTÁ EN LOS LIBROS!