Refrán; «Amb dinerets, torronets, i amb pessetetes, caixetes». Con dinerito turroncitos y con pesetitas cajitas.
Me regalaron una botella de aceite de oliva virgen, buenísimo, oro líquido, que rico. La botella, venía dentro de una cajita de madera que en cuanto la vi, le di destino, pero en la tapa exterior, iba grabada la marca del aceite y no me gustaba.
Miré en los armarios (ésos que con razón dice mi marido, que parecen la cueva de Alí-babá, ya que no tiro nunca nada, me llaman la trastera mayor del reino, y doña «por si acaso», mi marido siempre dice, que si quieren verme feliz, me den armarios… que los lleno en un pis pas, y tengo que reconocer que es absolutamente cierto, jajajaja), y tras un intenso registro encontré lo necesario para tunear la caja a mi gusto.
Cuando le conté a mi chico, para que quería las cajitas de madera, me consiguió dos más de puros, e hice las tres, cómo veréis al final.
Necesitaremos;
- Un tela que nos guste
- un trozo de pasamanería o galón
- Cola de contacto
- Cola blanca
- Un cepillo de tinte de pelo
- Papel de antelina adhesivo (no imprescindible)
Así estaba la caja
Prepararemos en un vasito de plástico, una mezcla de dos cucharadas soperas de cola, rebajada con una cucharada de agua
pintamos la superficie
recortamos la tela y la pegamos
aseamos pegando con cola de contacto la pasamanería
dejaremos secar, y al día siguiente, nuestra flamante caja, lista,
yo la he usado para ésto
que fue en lo que pensé en cuanto la vi, porque mi mami, guardaba siempre las mallas de pelo en cajas de madera, envueltas en papel periódico, o de seda, y con puros u hojas de laurel pero cada cual, para lo que la queramos usar.
que fue en lo que pensé en cuanto la vi, porque mi mami, guardaba siempre las mallas de pelo en cajas de madera, envueltas en papel periódico, o de seda, y con puros u hojas de laurel pero cada cual, para lo que la queramos usar.
Y estas son las cajas de puros. No pude esperar a tomar la foto y la cajita gris, aún está con la tela mojada por la cola de pegar.
Encontré un ante adhesivo color blanco, en un bazar, y las forré todas por dentro, aunque envolviéndolas en papel, de seda y encima el periódico, no es necesario.
La verdad es que como somos ya tres a peinarnos, he reciclado varias cajas, como éstas, pero de vino y puros, y así, tengo todo el pelo bien guardado y protegido 😉
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