Mamá

Pronto hará ocho años ya, que no puedo darte un abrazo y decirte cuanto te quiero, que te vi cerrar los ojos para siempre, para dormir tu sueño eterno con tus manos entre las mías mamá.

No hay día que no piense en ti mamaita.

Dicen que el tiempo todo lo cura, no es cierto. Si lo es que el dolor se atenúa que ya no duele tanto respirar, que ya, a veces, se transforman las lágrimas en una sonrisa al recordar una frase, al oler un aroma, al sorprenderme a mi misma diciendo aquella palabra tuya, reaccionando igual que tu lo hacías ante determinado suceso, repitiendo exactamente alguna acción tuya mamá.

Te siento a mi lado y eso me reconforta y ya sabes….te sigo hablando unas veces en silencio y otras en voz alta.

Ya tienes dos biznietas, dos «precioses xiquetes» mamá, a quienes hablo continuamente de ti, a quienes cuento tus aventuras de niña para que sepan siempre quien y como fué su iaia velleta. Les canto tus canciones y les explico como era tu maravillosa dulce y cantarina voz mamá. Te caería la baba con ellas, son dos muñequitas y la mayor ya habla de su iaia como si te hubiera conocido, incluso le dice a papá que quiere ser peluquera, como su iaia Carmen y papá se emociona .

Mamá, tenías taaanta confianza en mi que pienso a veces, si no te habré defraudado, si al final no soy como tu me veías.   

No puedo seguir escribiendo ésta entrada, se me hace muy cuesta arriba mamá, apenas veo el teclado.Te quiero siempre te querré y de nuevo…otro día de la madre sin ti.

“Te llevo en mis dias, te siento en mis decisiones, te vivo en mis sueños y en mis intentos de hacerlo cada dia un poquito mejor…
Hoy quiero que lo sepas, quiero gritarlo al mundo entero: que te admiro, te necesito y TE AMO MAMÁ!”