Croquetas cuadradas de jamón serrano y pollo paso a paso foto a foto

«Refrany;Pa a la post, i un bon pernil al rebost» Pan en la tabla, y un buen jamón en la despensa.

Me encantan toda clase de croquetas, pero éstas son mis favoritas, junto a las de rabo de toro. Aunque siempre digo y repito, y cuento, que las mejores croquetas de pollo que he comido en mi vida, son las que hace Mari Carmen, la mami de mi cuñada Noe, son sencillamente e s p e c t a c u l a r e s, para mi, las mejores
¿Como las haces tu? ¿Nos cuentas tu truco?

Encima son facilísimas de hacer, pues siguiendo mis indicaciones no hay ni que darles forma con las manos…
….pero mejor paso a explicaros ¿no?
Necesitaremos;
  1. Pollo ya cocido del puchero, o asado a la plancha
  2. Jamón serrano
  3. Una cebolla
  4. Cuatro cucharadas bien colmadas de harina
  5. Medio litro de leche
  6. Un huevo XL
  7. Pan rallado
  8. 250ml de caldo del puchero
  9. Aceite de oliva
  10. Sal
  11. Pimienta

Como por desgracia, cada vez somos más, los intolerantes a muchos alimentos, he de deciros, que las hago sin lactosa, con harina de maíz y pan rallado sin gluten, y de verdad que salen buenísimas, en serio.

Vamos a necesitar una bechamel muy espesa, comenzaremos pochando la cebolla picada muy fina en aceite de oliva a fuego lento, porque no queremos que nos coja color. No concibo una bechamel sin cebolla, siempre la hago así, al igual que no concibo un arroz sin limón, seco, meloso o caldoso, que me disculpen los puristas que lo ven un sacrilegio, pero os soy sincera, una paella sin limón, para mi NO, en mi casa, no y una bechamel sin cebolla no, para mi no, en mi casa y en mi mesa, NO. Por supuesto y por descontado, que cada cual lo cocine o coma a su gusto ¡faltaba mas!

En casa, mi maridín es el encargado del corte de jamón, le sale tan tan bien, finito, gordito, como se le pida, que no voy a quitarle el puesto, además de que disfruta cortándolo 😉

Cortamos y troceamos pequeñito nuestro jamón serrano. No pongo cantidad porque ésto va a gustos, pero como todo, cuanto mas azúcar mas dulce.
Mezclaremos con el pollo desmenuzado y reservamos.
Una vez pochada nuestra cebolla, añadiremos la harina que ha de sofreirse porque de lo contrario deja un sabor a harina cruda que desmerece mucho, pero ¡ojo! que tampoco se nos queme, que no se que es peor, si cruda… o quemada
Hacer un bechamel sin grumos no tiene ningún misterio, tan solo paciencia y dedicación. Añadiremos la leche a temperatura ambiente poco a poco, y a continuación nuestro caldo de pollo también a temperatura ambiente, mientras removemos constantemente
salpimentaremos
rallaremos nuez moscada al gusto, (a nosotros nos gusta con bastante nuez moscada), y siempre sin dejar de remover hasta que
veamos que la bechamel se despega sola de la sartén, en éste momento ya está lista. Apagamos el fuego
y añadimos nuestro pollo con jamón, mezclando todo bien
Es importante dejar reposar nuestra mezcla
por tanto, la pasaremos a una bandeja
cubriremos con papel film para que no se reseque y se forme costra, podéis pegar el papel a la masa, o cubrir el recipiente, y dejaremos en el frigo si es posible, de un día para otro, de lo contraria como mínimo tres horas
pasadas las cuales, desmoldaremos volteando sobre la tabla de cortar o el banco de trabajo
y cortaremos nuestra croquetas del tamaño que  nos gusten. Con éstas cantidades, me han salido 48 croquetas de un tamaño generoso
las pasaremos por  harina
huevo batido
 pan rallado, siempre por éste orden, si queréis recordarlo, podéis usar el truco del orden alfabético.
Suelo rebozarlas todas primero con harina, y luego, con una mano, rebozo en huevo y con la otra, rebozo en pan, así es como mas limpiamente me sale, y voy apartado los peqotitos que se van formando en el recipiente del pan rallado, al mezclarse con el huevo.  Os recomiendo que si tenéis tiempo, dejéis las croquetas rebozadas, unos 30 minutos antes de freir. Con ésto, el rebozado se seca lo justo, para obtener un mejor resultado de fritura
y ahora, en aceite de oliva, que ha de estar muy caliente, e ir friendo por tandas, y pasando por papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
Las que no vayáis a freír las podeis congelar sin ningún problema, poniéndolas primero a congelar en una bandeja evitando que se toquen entre ellas y
una vez congeladas pasarlas a una bolsa hermética, donde pondremos la fecha. Cuando vayamos a usarlas, las freiremos sin descongelar… están deliciosas! Dicen que aguantan hasta tres meses, lo siento, pero no os lo puedo asegurar, en mi congelador no aguantan tanto, porque suelo repartirlas (tengo lista de cola y todo para cada vez que digo de hacerlas jajaja, es que trabajar y llevar la casa, es lo que tiene…) y las que quedan, nos las comemos antes de que puedan caducar, en unos días no quedan croquetas, jajajaja
Estas croquetas de jamón y pollo, que podemos acompañar con una titaina, un pisto, una ensalada, unas habas con ajos tiernos, patatas etc…
con vuestra guarnición favorita, listas para comeeeeeeer…
«A la taula i…BON PROFIT!!!
Si te gusta mi receta y la compartes, estupendo  si quieres que la vea mas gente, ¡Ah¡ y recuerda que también estoy en Facebook pinchando aquí entras en mi página 
Gracias por leerme 😉

Deja una respuesta