Ha llegado el momento de ir sacando la ropa de abrigo, porque aunque hace mucho calor, seguro que bajan las temperaturas de golpe. Ay, que pereza da guardar guardar los bañadores, aunque éste año los he podido usar bien poquito, significa que ya damos carpetazo al verano y aunque todas las estaciones tienen su encanto, la mía es…… ¡EL BUEN TIEMPO!
Siempre he detestado el olor de la naftalina, no puedo con él, y por ello me he preocupado en buscar alternativas para que las dichosas polillas no destrocen la ropa. La polilla es un insecto de la familia de las mariposas, que se desarrollan siguiendo un proceso de metamorfosis y que daña los tejidos, principalmente de lana pero que tambien ataca al algodón.
Tengo varios trucos caseros para evitar encontrarnos con éstos terribles agujeros en nuestras prendas , que os iré poniendo poco a poco.
Vamos con el primero y que tod@s tenemos en casa, es un antipolillas natural y barato. Se trata del laurel.
Si colocamos unas hojas de laurel estratégicamente entre los cajones
o en unas bolsitas colgadas de las perchas, perfumaremos los armarios
y mantendremos alejadas a las polillas.
¡SED FELICES!
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