Fallas l’historia de les falles, que son les falles?

     «Les falles «
Despertant els nostres cors,
Valencia riu.
Per la senda de les, flors
ja ve l’estiu.
Creua el carrer la xicalla
replegant els trastos per à la falla;
i manté la tradició
d’esta cançó…
¿Hi ha una estoreta velleta
per à la falla de Sant Josep,
del tio Pep…?
I van juntant lo que els veins els van donant
per a buidar el porxe.
¿Hi ha una estoreta velleta
per a la falla de Sant Josep?,
I amb una estella del muntó
se du el compas de esta cançó.
En les cares de la gent
tot es content.
Xiqueta meua
que del carrer eres l’ama
per culpa teua
tinc el cor encés en flama.
No te separes
del caliu del meu voler,
reineta fallera,
que si me deixes
un ninot tindré que ser,
¿Hi ha una estoreta velleta
per a la falla de Sant Josep?,
per a la falla del teu carrer.

Es complicado, muuuy complicado para una valenciana y fallera, explicar que son las fallas, y mas, cuando tengo la pena de no haber podido transmitir a mis propios hijos mi pasión y amor por las fallas, aunque tengo el orgullo de ver que mis nietas, si han heredado mi pasión fallera 😉  pero intentaré hacer un resumen, desde el corazón;

Las primeras noticias  sobre el origen de las fallas se remontan al año 1784, aunque hay quien asegura que fue en el siglo XVII y otros lo trasladan hasta la Edad Media.

Los primeros escritos nos explican cómo con la llegada del 19 de marzo, festividad de San José (día del Padre y Patrón de los Carpinteros) los artesanos y trabajadores valencianos del gremio de la carpintería realizaban unas hogueras frente a sus negocios en las que quemaban virutas y trozos de madera junto al «parot», el mástil donde se colgaba el candil que les había estado iluminando a lo largo de las largas tardes oscuras del invierno, debido a que la llegada de la primavera traía más horas de luz y, por consiguiente, no les haría falta para trabajar hasta tarde.

El trascurrir de los años hizo que, posiblemente, un ingenioso y divertido carpintero vistiese una de esas noches de fiesta y celebración al parot con las ropas y/o forma de algún personaje local, tomando y popularizándose con el nombre de ‘ninot’ (manera en la que se llama a los muñecos en valenciano), aprovechando la semejanza entre parot y ninot. Los personajes preferidos para disfrazar y quemar en la víspera de San José eran aquellos que representaban a los burgueses, el clero y la clase política.

Esta tradición de encender una hoguera, y colocar un ninot en el centro, se popularizó enormemente entre la población, participando ésta de dicha celebración y en las que aportaban trastos viejos y las esteras que se habían estado utilizando durante el invierno. Fue tal el apogeo que alcanzó, que en el siglo XVII se publicó un edicto en el que se prohibía encender fuego en medio de las calles, teniéndose que trasladar a las plazas

Esto propició que una misma hoguera agrupase los trastos y ninots de varias personas, comenzando a crearse las primeras comisiones falleras que unificaban criterios y trabajaban a lo largo de todo el año en la construcción y diseño de ninots que satirizasen algunos estamentos sociales, políticos y religiosos de la sociedad.


Pero también llevó a que, durante el último cuarto del siglo XIX, desde los sectores más conservadores y la propia iglesia se pidiese la prohibición de la quema de ninots, al considerar que era una burla pagana de la festividad de San José. A pesar de esta presión y los elevadísimos impuesto que puso el ayuntamiento por plantar una falla, ésta fue cogiendo cada vez más arraigo entre la población, convirtiéndose en la fiesta más popular y oficial de la provincia de Valencia.

La costumbre de indultar un ninot llegó en 1934, tras un concurso de ideas propuesto por el ayuntamiento de Valencia en el que el artista fallero Regino Mas propuso incluir el indulto de ninots en el programa de fiestas municipal, aunque extraoficialmente ya se había realizado en años anteriores.

El nombre «falla» proviene de la palabra en latín «facula» (diminutivo de fax o facis) que es como se le llamaba en el valenciano medieval a las antorchas, según algunos escritos de la época del rey Jaume .

Así, el temple adquirido con el tiempo permite que la fiesta sobreviva durante el nuevo período, hasta el punto de que los libretos que se publican como complemento de determinadas fallas se convierten en una de las principales plataformas públicas de la lengua propia en una sociedad progresivamente desvalencianizada.

No os perdáis éste vídeo producido por Antonio Ortuño Ballester (os recomiendo que subáis el volumen a tope)

Siempre he dicho, que hay dos maneras muy distintas de vivir las fallas, que son siendo faller@s, parte integrante de una comisión, y vivirlas desde fuera, como disfrutadores, pero también sufridores, así que intentemos ser tolerantes en fallas, con los cortes de calles, música y sonidos de tracas.
Para una fallera de casal, las fallas son también muchas otras cosas, un sentimiento de fiesta, lucha, esfuerzo y trabajo.

Cuando fui FM, tuve la enorme suerte, de tener la mejor FMI, mi MariJose, mi muñequita preciosa, a la que sigo queriendo muchísimo, igual que entonces.

La/el faller@ de casal sabe lo que es pelear porque la falla salga adelante, que se pueda plantar el monumento, que siendo de una humilde falla a través de las cuotas que pagamos l@s faller@s, de las rifas, loterías, falleros de Honor y «arreplegás» se pueda conseguir el dinero necesario para contratar al pirotécnico, a la banda de música que dormirá en el casal para abaratar costos, pedir los permisos necesarios, renovar la junta directiva, tener las falleras Mayores, cubrir gastos del luz agua para el casal, contratar las flores, la barraca, el boceto del llibret, escribir la presentación, pelear con J.C.F,  conseguir la colaboración necesaria… una falla no es todo tan fácil como se pueda ver desde fuera, requiere muchas horas y mucha planificación para disfrutar al máximo durante los días 15 a 19 de Marzo que es la cúspide de la fiesta, el día grande el de nuestro patrón… Sant Josep.

Las fallas siguientes comienzan la misma nit del la «cremá», preparando cada semana, en Marzo aún, nuestras reuniones (que suelen hacerse en viernes noche, con «sopar de sobaquillo),  para comenzar el nuevo ejercicio, para empezar de nuevo las fallas siguientes, que el ritmo, no pare, que no se acabe nuestra fiesta.

Las reuniones, ensayos para las obras de teatro que hacíamos en «El musical» obras y obras… para recaudar fondos… cuanto teatro habré hecho??? muuucho, primero dirigida por el gran Vicente Visiedo, gran persona y gran amigo, maravilloso ser humano, (sin olvidar a su buenísima esposa, Amparo) a quien llevo en el corazón y cuya sonrisa no olvidaré mientras viva… con aquellas maravillas manos de orfebre que hizo joyas increíbles… y con aquellas poesías que nos hacía… cómo lo recuerdo y como lo echo de menos… como a todos y cada uno de los que, por desgracia,  nos dejaron ya y que formaron parte de mi vida diaria, familiar y fallera, que siempre han sido una sola.

La Crida la hacíamos desde el balcón del Mercat del Cabanyal… que recuerdoooos, se me saltan las lágrimas mientras escribo.

Ahora se hace desde el balcón de nuestro maravilloso y enorme casal, que es Asociación Cultural y en el que se trabajó buffffffffffff.

Mi comisión estaba, y está formada por unos artistas increíbles. Mi recuerdo especial para el «Tío Selva» otro maravilloso ser humano que nos hizo en marquetería nuestro escudo… son tantas las personas que quisiera nombrar, que me quedaría muy corta, así que disculparme todos y todas, seguís en mi mente y sobretodo en mi corazón.

Recuerdo con tanto cariño mis fallas infantiles, mi falla era mi casa, ya que los fundadores fueron tíos y allí estábamos todos, tíos primos, familia, grandes amigos, allí me crié.

Las primeras presentaciones se hicieron subiendo la la fallera Mayor sobre un cajón de madera… y luego mis fallas juveniles, cuando llegada la semana fallera, cogía mis vacaciones laborales, hacía la maleta y me instalaba en casa de mis tíos Conxeta y Pepe, (que paciencia tenían Dios mío, pero que felices eran con el follón de tanta gente en su casa), primero vivían junto al puerto, en aquella casa  de Vidal de Blanes y más tarde ya se acercaron mucho al mercat, en Francisco Baldomá, primero en el ático, donde teníamos enfrente el casal, luego cambiaron de casa y también cambió el casal de bajo, y estábamos casi arriba del casal y frente al Mercat del Cabanyal, en mi falla, en mi Cabanyal, que luego por algún año fue de mi marido hijos y nieta, y la de mi familia y amigos.

El año de mi reinado de FM,  fue FMIV Sonsoles Suaréz Ruiz, y tuve la suerte de conocer a su madre, aquella gran dama y señora Dña. Amparo Illana, esposa de Don Adolfo Suárez. Entonces, la cena de Gala fallera se hacía en los Viveros, mi marido en aquel tiempo, aún estaba haciendo el servicio militar el León, y no pudo acompañarme a la cena de gala, pero si  llegó a la ofrenda, y a la cremà. La gala fallera fue un acto precioso, con violinistas tocando música entre las mesas…que recuerdo más maravilloso, de aquellas galas. En aquellos años, no podía optar a ser fallera mayor de valencia, cualquier fallera Mayor de cualquier falla, no existían ni la preselecciones, ni las selecciones, eso, lamentablemente, no lo pude vivir, pero eran otro tiempos.

Sólo lo eran hijas de gente importante y elegidas a dedo. Menos mal, que después se iniciaron las preseleciones y elecciones entre las fallas, y pueden optar hoy día a ser fallera Mayor, las Falleras Mayores que así lo desean,  (y se lo pueden permitir, claro), de todas las comisiones falleras.
Para mi ofrenda a la Xeperudeta como FM, yo misma me confeccioné mi ramo, con mis manos. Mi falla era muy humilde, y comprábamos los claveles a granel, nos los servían en grandes cajas de cartón, que luego, en nuestro casal primero de Francisco Baldomá, entre todos los falleros, convertíamos en los ramos de claveles que llevaríamos a la Mareta, envueltos por aquel entonces en papel de plata y una lazada hecha con nuestras manos.

Aquellas noches de hermandad fallera y los somnolientos momentos de despertá, tras haber dormido algún que otro día, con el «monyo» puesto, por no ir a casa a que mi madre me peinara y poder arañar unos minutos de sueño y de fiesta, vestirnos unas a otras en casa de la tía, con su ayuda y la de mi madre que tras haber peinado a quien iba a su casa, venia corriendo con la iaia, mi padre, y mis hermanitos pequeños, a terminar de arreglarnos…

aquel lío de «sinagües», zapatos, medias, cintas… aquellas risas de felicidad y complicidad, mientras mi madre me ponía calcetines enrollados, para que bajo del corpiño, se me viera algo de «pit», cuando era apenas una jovencita, (mi iaia me cantaba, «Mensi, xiqueta, no tens mamelles, i ta mare te fica, dos escudelles…» jajaja, mi iaia, que cosas tenía), aquellos primeros trajes de falleras, con nuestras mangas de farol, o los corpiños de terciopelo negro, manga larga y cuello un poco alzado con puntillas, si hacía mucho frío, (que me cosían entre mi madre y mi tía María primero, que era una maravillosa en increíble modista y diseñadora, y a las que cuando fui mas mayor, ayudaba yo), mientras vestidas ya, nos tomábamos els «bunyols de carabassa» que el tío Pepe o mi padre traían recién hechos con el olor de chocolate caliente de la cocina, donde se afanaban la iaia, la tía Conxeta y mi mami… atándonos los lazos mientras bajábamos corriendo por las escaleras… «afanyeuse… que comença el passacarrer i la banda ja toca a festa!!!!!» y ale… a por las falleras mayores, a visitar otras fallas, a l@s faller@s de Honor y si habíamos tenido suerte… a «replegar el palet».

O cuando nos afanábamos todos con la confección de nuestros disfraces… ¡vaya lío que armábamos! ahí liábamos a los padres, hermanos, o a quienes hiciera falta, para tener el mejor disfraz.

Y llegado el gran día, el mas emocionante y principal sobre todas las presentaciones, pasacalles y actos diversos, el día de L’OFRENA A LA MARE ❤️

Yo voy a la Basílica muchas veces al año, me siento allí a «hablarle» a mi Xeperudeta, donde me siento tan cerca de mi madre y la de iaia, pero el día de la ofrenda… es algo especial, ya estás cansada de los día de ajetreo, te duelen las orejas, los pies y la cintura del peso de la ropa, la cabeza del peinado… pero no importa nada, ni el dolor, ni el frío o cansancio… cuando al llegar a su plaza, por fin,  tus ojos se encuentran con los suyos ❤️

Mientras escribo, se me saltan las lágrimas… es algo inexplicable, pero es así… el momento de besar el ramo y ofrecerlo a todos los seres queridos del cielo y la tierra a través de La Mare, hacer tus plegarias y darle las gracias… bufff no hay un momento igual.

Primera falla infantil de la falla Justo Vilar Mercat del Cabanyal en 1969, mi fallita como primera FMI de la falla, bajo la mirada de mis queridísimos hermanos gemelos.

Recuerdo que el año que fui Fallera Mayor Infantil, (la primera que tuvo mi falla y en el año 69 pronto se cumplirá el 50 aniversario de la comisión infantil), aún nos permitían entrar en la Basílica y dejar nuestras flores a sus pies, momentos… realmente indescriptibles. Luego cuando fui Fallera Mayor, solo entraban ya las falleras Mayores de Valencia y su corte de honor. Las demás falleras Mayores dejábamos el ramo fuera a la Mare, como se hace hoy día.

Cuando el segundo casal se quedó pequeño, mi tío Pepe, tuvo la idea de hacer una barraca frente a la puerta del Mercat del Cabanyal,  esa primera barraca fue metálica y la hizo mi tío Pepe en el taller con su hermano Vicente y los primos, el montaje corría por cuenta de todos los falleros y falleras, se pintó de azul y con los colores de nuestra Senyera, ahora se monta una enorme carpa ya que la comisión ha seguido creciendo año tras año y hay mucha gente que albergar.

Y llegado el ultimo día, el 19 de Marzo, el día de padre y el de nuestro patrón  Sant Josep, el santo de mi hermano, tios Pepes Pepas y Josefinas… que líooos de felicitaciones el 18 a las 12 de la noche!!!!!!

La despedida de la banda, que es muuuy emotiva, tras la increíble mascletá, cada año mejor, a las puertas del Mercat del Cabanyal y el último acto de cada año en fallas.

Cremá de la Falla de Justo Vilar Mercat del Cabanyal en el año 77, mi falla como FM

Con la «cremá» damos paso a la primavera, quemando todos lo malo que envuelve nuestras vidas,

Cuando me preguntan porque quemamos esos maravillosos monumentos, que son las fallas, creados por nuestro inmejorables artistas falleros, son muchas las respuestas;

Para los falleros la noche de la cremà es algo mágico, un momento en el que hacemos que las cosas malas del año desaparezcan ante nosotros, porque está en nuestra esencia, como valencianos que somos, vivir todos los años un romance de pólvora, cartón y fuego. Por que con una chispa de ingenio, nace una falla, y con una chispa de fuego, muere el invierno, y porque de las cenizas de la falla resurgimos cual ave fénix, una vez mas, un ejercicio mas.


Hoy he leído que los valencianos quemamos el dinero en las fallas y que deberíamos hacer otras cosas mas importante con ése dinero… quién así habla no tiene ni idea, de los puestos de trabajo que nuestras fallas proporcionan y las muchísimas y muchísimas personas, que tienen un sueldo con que mantenerse y mantener a sus familias gracias a las fallas.
Apoyemos entre tod@s, la candidatura de las Fallas a Patrimonio Inmaterial de la Unesco

Hoy 15, de Marzo comienzan unas nuevas fallas, para mi este año serán muy muy distintas, las veré desde casa, por la tele, abriendo los balcones para oir el ruido de la mascletá, con la piel de gallina cuando una comisión pase por bajo de mi ventana y oiga tocar un pasodoble, éste año no podré vestir mi indumentaria valenciana, ni llevarle mis flores con un beso, y mis peticiones y gracias a la Mareta, lo haré cuando pasen fallas en la intimidad… es lo que tiene tener que estar en éstos momentos luchando por la vida y luchando con garras y dientes… porque compañero marathoniano y guerrero, vamos de la mano, y ¡VAMOS A GANAAAAAR!
Ojalá el día 19, cuando todas las fallas ardan se lleven entre sus fuegos lo malo que nos envuelve.
Felices fallas a todos los valencianos y valencianas, turistas amig@s y visitantes

¡¡¡ VIXQUEN LES FALLES, VIXCA VALÈNCIA!!!

Despertando nuestros corazones Valencia ríe…
Por la senda de las flores,
ya viene el verano…
Cruza la calle la chiquillería
recogiendo los trastos para la falla
y mantiene la tradición
de esta canción.
¿Hay una esterilla viejecita
para la falla de San José,
del tío Pepe?
Y van juntando lo que los vecinos les van dando para vaciar el porche…
¿Hay una esterilla viejecita
para la falla de San José?
Y con una astilla del montón
se lleva el compás de esta canción…
En las caras de la gente
todo es alegría…
Chiquilla mía
que de la calle eres el ama
por culpa tuya
tengo el corazón encendido en llama.
No te separes
del calor de mi querer
Reinecita Fallera
Que si me dejas
un muñeco tendré que ser…
¿Hay una esterilla viejecita
para la falla de San José?
Para la falla de mi calle.

Si consideráis ésta entrada interesante, compartidla para que llegue a mucha gente, y conozca un poco mas la fiesta de las fallas,  y si te gusta ésta entrada, podrías compartirla, así mucha gente podrá leer éste post.

Espero tus comentarios y recuerda que también estoy en Facebook https://www.facebook.com/El-calaixet-de-la-iaia-533062140099386/

Graciaaaaas… BONES FALLES!!!

Comentarios

  1. Se te nota a la legua tu pasión por las fallas, yo también soy Valenciana y, aunque amo nuestra fiesta, no soy tan fallera, es verdad que me sigo emocionando ante esos monumentos grandiosos y también ante otros más humildes, en la ofrenda de flores, tan emotiva, al oir y OLER la pólvora, las bandas de música que tan bien representan nuestro espíritu y sin las cuales las fallas no serían lo mismo y desde luego que estoy contigo en que quienes critican el gasto para NADA tienen en cuenta el gran número de personas que viven TODO EL AÑO gracias a las fallas, así que VIXCA VALENCIA, VIXQUEN LES FALLES. Gracias a ti por tu pasión ♥️♥️♥️

Deja una respuesta