Día de la Virgen del Carmen

«Refrany;
Per la mare de Dèu  Carmeta, bona i fresca orxateta»
Por la virgen del Carmen, buena y fresca horchata.

Hoy es mi santo y quiero desearos muchas felicidades a todas las Carmen, y Carmelo.
Mi santo, la Virgen del Carmen, era en mi casa ¡FIESTA NACIONAL!, mi madre se llamaba también Carmen y en mi casa se celebraban muchísimo mas los santos que los cumpleaños.

 

Como mi madre se llamaba Carmen y mi prima hermana Mari Carmen,(más pequeña que yo, y ahijada de mi mami) a pesar de bautizarme como Maria del Carmen, de muy pequeñita, me llamaban Carmensin, para diferenciarme. Fueron mis queridísimos tios  Conxeta y Pepe, mis segundos padres, quienes idearon el nombre de MENSI, y desde que recuerdo, siempre, mis padres, hermanos, la familia de mi madre, en la falla y los íntimos me han llamado Mensi, menos mi iaia Conxeta que me llamaba Mensin. Para mi chico, siempre he sido Mari Carmen, y mi nieta cuando comenzó a hablar me «rebautizó» con el nombre de Maimen… así que ya véis, cuantas variantes de un mismo nombre, en una misma persona.

Mi padre, el día del Carmen, alquilaba para casa, horchateras en las que se ponían cebada, horchata y limón… entre el hueco del corcho y el depósito de metal, se ponían trozos de hielo de la barra que traía mi padre de la fábrica de hielo, envuelta en tela de saco y al hombro, y luego picaban en la pila de la cocina… durante todo el día, mi hermano y yo, dábamos vueltas y vueltas… para que los dulces y sabrosos líquidos  se granizaran. La iaia y mi mami preparaban los bizcochos de «llanda» y «armetla», magdalenas y como no rosquilletas de llaboretes. Por la tarde, la puerta de casa estaba abierta hasta la noche, era un no parar de tíos y primos por ámbas partes, vecinos y amigos entrando y saliendo, lo que comenzaba siendo una merienda, terminaba en cena, haciendo tortillas, sacando la titaina y «les llonganises amb botifarres»…

cuando no cabíamos todos en casa, nos enviaban a los niños al patio cerrado del bloque de viviendas Jaume I, donde nací y viví hasta que me casé,  y allí jugábamos hasta que los mayores se retiraban …cuanta añoranza Dios mío….

Luego ya de mayor, he pasado casi todos mis santos en la sierra de Albarracín, con la virgen del Carmen de Las Casas, y siempre junto a mi madre, aunque somos marineras por herencia, por sangre, por vida y por elección, la Virgen del Carmen es patrona del mar y también de éste maravilloso rincón perdido de la sierra.

Recuerdo en especial un año que mis padres no podían subir a última hora ya, por un problema con su coche. Hice la romería andando desde el pueblo con mi marido e hijos, triste, por la ausencia de mis padres y porque sería el mi primer santo sin mi madre.

En la ermita y durante la misa, me acerqué a comulgar y ofrecí la comunión entre otras cosas por mi madre, ya que ese día no podíamos estar juntas.

Al regresar a mi banco levanté la mirada y en la puerta de la ermita a contraluz… vi sonriéndome con su habitual dulzura, a mi madre. No olvidaré jamás ése momento, nunca… mientras viva

No suelo poner fotos personales de primer plano y cara completa, solo en ocasiones MUY especiales pero la entrada de hoy es especial, y esta es la foto de aquel día, cuando sacamos a la Virgen en procesión por ése pueblo abandonado, como cada año, y lo pude hacer junto a mi madre y celebrar juntas el día de nuestro santo, como toda la vida y todos los años hicimos, hasta que se marchó entre mis brazos, la madrugada de un San Juan.

Este año, tampoco podremos estar en Las Casas, nos retienen de nuevo problemas de salud, y como cada año últimamente, hemos de quedarnos aquí porque la salud de mi chico nos impide estar en su sierra de Albarracín y en las Casas,

he ido con mi padre a la fiesta de la Virgen del Carmen, al puerto de Valencia, él,  que hizo la mili en la marina, en el Juan Sebastián Elcano, y que tan unido ha estado, y está su vida a éste nombre, hoy lo dedica a su mujer y yo a mi madre, pero mi corazón y mi mente también estarán en ése rincón de la sierra, donde suelo ir a rezar en  absoluta soledad

para hacerle mis peticiones que cada vez son más difíciles y complicadas y a dar gracias a que sigo teniendo a mi padre, que ha sido siempre y sigue siendo, mi fuerza, mi apoyo, mi compañía y mi cariño. Dios me lo guarde muchísimos años, para seguir cuidándolo y poder darle y recibir todo el amor, como hasta ahora.

Aquí tenéis la Salve marinera, que os recomiendo veáis y escuchéis

Salve estrella de los mares, felicitats mamaita…

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