«El sastre gros, com no sabia cosir feia l’arròs»
Salí a comprar el jersey pero debido a las fiestas navideñas, estaba todo abarrotado de gente, se me hizo muy tarde y no llegue a tiempo a la mercería, por lo que no tuve mas remedio de vuelta casa, que ponerme revolver entre las cajas de cintas, puntillas e hilos,a la búsqueda de lo que necesitaba, tarea nada fácil porque tengo tantos retalitos que podría montar una mercería según mi marido…jejeje y tiene razón, es mi debilidad, me encantan toda clase de botones, abalorios, encajes, terciopelos, rasos…
lo fuí cosiendo a mano con puntadas invisibles, y añadiendo lo que mas me gustaba, y pensaba le gustaría a mi niña
y así quedó
listo para su destinataria
que al día siguiente estrenó con mucha ilusión.
GRÀCIES DOLORS!!!